viernes, 3 de agosto de 2012

EL PREJUICIO


Un prejuicio ( ‘juzgado de antemano’) es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna cosa de forma anticipada, implica la elaboración de un juicio u opinión acerca de una persona o situación  antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real.
Consiste en criticar de forma positiva o negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos.
Es una actitud  que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una forma de pensar íntimamente relacionada con comportamientos o actitudes de discriminación.

Les cuento una historia que leí en Plenitud y que nos  aclarará la definición de Prejuicio :

En una  tarde de un pueblo lejano, informaron en la estación  que el tren  programado llegaría con retraso de una hora aproximadamente.
Una  joven  señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo.  Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera.Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario.

Imprevistamente, la señora observó como aquel  joven , sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a ojos.Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió.La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el joven  cada vez más sonriente.
Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete solo quedaba la última galleta.
“No podrá ser tan descarado”, pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.
Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
- ¡Gracias! – Dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
- De nada. – Contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida…
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:“¡Que insolente, qué mal educado!” Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado.
Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto .
Las decisiones apresuradas pueden generar:
-          Valorizar erróneamente a las personas y cometer errores.
-          Juzgar injustamente a personas y situaciones
-          Inquietarnos y atormentarnos por algo que  realmente no existe.


Finalizando diré “Trata a las personas como quieres que te traten a ti” te sentirás bien y harás sentir bien a otra persona.
Exitos totales,
Raquel Rivas
Coach Personal y Empresarial

No hay comentarios:

Publicar un comentario